jueves, 11 de junio de 2020

Peregrinación a Santuarios de Canada

September 2018

Un Sacerdote amigo preparo una peregrinación a santuarios y lugares religiosos de Canadá. No lo pensé ni un minuto, cuando me enteré, le comenté a una amiga y nos anotamos. Éramos unas 30 personad de distintas parroquias de la Diócesis de Kalamazoo Michigan. No nos conocíamos, pero enseguida nos hicimos amigos y nos sentimos como en familia.
El viaje fue en Micro (1) de larga distancia, tranquilo y no muy largo. Salimos a las 7 am y con una parada para almorzar 2 más para el usar el baño y una en la aduana para mostrar documentos, y llegamos al hotel Ambassador a las 6pm. (2)


Hotel Ambassador
Nuestra primera salida fue al Santuario de Santa Kateri Tekawitha. (3) Primera mujer indígena en ser beatificada por San Juan Pablo II, en 1980 y canonizada por el Sumo Pontífice Emérito Benedicto XVI, en octubre de 2012. Nació en 1656 en las orillas del río Mohawk del Estado de Nueva York y partió a la Casa del Padre el 17 de abril de 1680, en Semana Santa de aquel año, y con tan solo 24 años.


Santuario de Sta. Kateri Tekawitha
Para mí fue muy especial por que tengo un amigo indígena Diacono de la Iglesia a quien estimo muchísimo, muy devoto de Santa Kateri y yo no la conocía, me sentí bendecida yendo al Santuario. El día soleado se prestó para caminar por los alrededores, rezar un poquito y sacar fotos. Bueno y no faltaron los souvenirs.



Maison de la Madone
Fuimos a almorzar y partimos hacia el Santuario de Ntra. Sra. Del Cabo.(4) Llegamos a nuestro 2do hotel “Maison de la Madone” (5) nos arreglamos y fuimos a cenar. La comida siempre muy deliciosa. Después de cenar nos fuimos al Santuario. Otro lugar muy especial para mí porque yo conocía la advocación de Ntra. Sra. Del Cabo desde muy joven cuando vivía en Argentina, pero nunca pensé que podría ir a visitarla. El lugar es muy hermoso y tranquilo. Esta el Santuario nuevo y la Iglesia primitiva. En las dos se siente la presencia de la Virgen de una manera muy especial. Escuchamos misa, nos dieron un tour, sacamos fotos, rezamos, en fin, muy hermoso y todo termino con una procesión con nuestras velas encendidas.  Me gusto que no corrimos, todo fue hecho con tiempo y tranquilos. 

Nos fuimos a dormir y a la mañana siguiente después del desayuno, partimos para las Cataratas de Montgomery (6) y el museo de cobre.
Cataratas de Montgomery
El museo fue muy interesante y las cataratas y sus alrededores hermosas. Mucho verde, flores, y el clima estaba perfecto. Hay un teleférico (7) que te lleva a las cataratas que esta bueno para sacar fotos. Desde aquí fuimos a comer y directo al Santuario de Santa Ana. (8) Otro Santuario que para mi es especial ya que mi primer nombre es Ana, es mi patrona. Muy hermoso el santuario, pudimos pasear, sacar fotos, escuchamos misa, pasamos por la tiendita de regalos y nos fuimos hacia el 3er hotel “ Chateau Mont Sainte Anne” (9) todos los hoteles has sido muy lindos y no hemos tenido problemas.  Ahí nos arreglamos, cenamos y luego quedamos libres para caminar por el lugar.
Santuario Sta Ana y Hotel Sta. Ana
Catedral de Notre Dame de Quebec
A la mañana siguiente no fuimos a conocer la ciudad de Quebec.  Muy hermosa con muchas cosas de historia, grande y moderna. Fuimos a la catedral de Notre Dame de Quebec (10) a donde escuchamos misa, y como siempre caminamos por los alrededores, sacamos fotos, compramos alguna cosa, y fuimos a visitar el convento de las hermanas Ursulinas. Nos dieron un tour por el lugar, nos contaron su historia y la de una hermana que está en causa de beatificación, muy bonito y cuidado todo, por cierto, también sacamos fotos. De ahí partimos para “Old Quebec” (11) el cual es muy hermoso e interesante. Tiene puerto, y lugares muy antiguos preciosos. Me gusto muchísimo. Volvería otra vez. Fuimos a cenar y después nos quedó tiempo libre para hacer lo que quisiéramos. Como siempre, nos fuimos a caminar y sacar fotos.
Old Quebec

Nos levantamos y después de desayunar partimos hacia Montreal. Acá tuvimos una visita guiada de la ciudad, sacamos fotos, caminamos, compramos cositas, y luego entramos a la Catedral de Notre Dame de Montreal (12) y escuchamos misa, mas fotos, fuimos a la tiendita de regalos. Almorzamos en medio de todo el paseo. Ya por la tarde nos fuimos al 4to hotel “ Les Suites Labelle. (13) Cenamos y quedamos libres para hacer lo que quisiéramos.
Hotel Le Suites Labelle and Notre Dame Montreal-
Nueva mañana, después del desayuno nos fuimos al Oratorio de San José. (14) Enorme, imponente, bellísimo. Nos dieron un tour, sacamos muchísimas fotos porque la vista desde ahí es hermosísima, rezamos delante de la imagen de San José, escuchamos misa. Ese día nos llovió, así que no pudimos caminar afuera así que comimos en un restaurante adentro del Oratorio.
Oratorio San Jose
Se nos va terminando el tour. Salimos hacia el 1er hotel, el Ambassador en Ontario, nos arreglamos y tuvimos la cena de despedida y el resto de la noche libre. Con mi amiga nos fuimos a caminar por la zona a sacar fotos y comprar algunas cositas.

A la mañana siguiente después del desayuno partimos para EEUU. Paramos en la aduana para comprar en la tienda libre de impuesto “Duty Free” y seguimos nuestro camina a casa, felices, con amigos nuevos, hermosas memorias, regalitos y mucha gracia de Dios en el Corazón. ¡Muy bendecidos!

viernes, 22 de mayo de 2020

PANAMA 2015



En febrero del 2015, tuve la suerte de ser invitada a Panamá por una amiga mía panameña que vive mitad del año en Panamá y mitad en EE. UU.  Nunca imagine que algún día iba a poder visitar ese país. Fue un viaje fantástico, un clima espectacular y con gente hermosa.
Como viaje en febrero, en Michigan estaba nevando y hacia muchísimo frio y al llegar a Panamá me encontré con el cambio abrupto de clima. En Panamá siendo pleno verano hacia un calor impresionante. Yo no soy amante del frio así que estaba en mi salsa.  


A mi amiga le encanta manejar, así que me llevo a conocer muchísimos lugares. Panamá es distinto a otros países que he visitado. Pareciera pequeño, es moderno, pero a su vez conservador. Tiene sus barrios elegantes, como también sus barrios clase media y pobres también. Me gusto mucho el hecho de que siempre ves agua, yo amo el océano, muchas veces digo que debería haber sido Delfín. La vegetación es preciosa, las flores de tantísimos colores y variedades le dan una imagen tan hermosa a todos los lugares. Como en Miami o puerto Rico hay palmeras por todos lados y a mí me fascinan.



Como fui en época de carnavales, lo primero que hicimos fue ir a un pueblo que se llama Chitré en las Tablas. Me gustó mucho el contraste de la vegetación entre Chitré y la ciudad. Ahí fuimos para ver los desfiles. Cada día hay un tema diferente, como por ejemplo tema fantasía y las carrozas cambian de motivo al igual que los vestido, disfraces y polleras. Fue algo novedoso para mí y me gusto muchísimo. El pueblo se divide en dos los de “Calle arriba” y los de “Calle abajo” y compiten con desfiles, carrozas, fuegos artificiales, vestidos, etc. Todo en un clima festivo, mucha música y baile y la comida típica muy deliciosa.  Ahí estuvimos toda la noche hasta las 3am. Al otro día nos fuimos a ver lo que llaman “La mojadera” todo el mundo tirándose agua, música, comida, alegría en fin son los Carnavales.
La comida me hace acordar a Puerto Rico. Arroz con gandules, empanadas, sándwiches de carne.



Estuvimos en el Casco viejo, nombre que recibe el sitio adonde fue trasladada en 1673 la ciudad de Panamá. Muy bonito y típico. Otro día me llevaron a un restaurant típico “Las Tinajas” con comida deliciosa y un Show espectacular. Fuimos a Chepo al puerto Coquira, y de ahí a un balneario.
La Sra. Del balneario me regalo plátanos y gandules, que ellos le llaman “Guandu” También probé el jugo de maracuyá que me supo a jugo de durazno. Probé otra bebida llamada “Chicheme” pero no me gusto. En Panamá se come mucho la yuca frita, tostones que ellos le llaman patacones (Hechos de plátano) también hacen el plátano tentación que es delicioso porque es como acaramelado y unos bollitos de yuca.
Seguimos paseando y esta vez fuimos a una playa en Punta Chame. Hermosa y el agua estaba calentita. Me metí en el agua y no Sali en toda la tarde. Fui picada por un agua viva pero no me importo.  Amo la playa.



Otro paseo fue ir a ver al Cristo negro de Atalaya que en Panamá es de gran devoción. Me pareció muy hermoso.
Paseo esperado “El Canal de Panamá” fuimos al museo, vimos como entraba un barco al Canal, y de ahí nos fuimos a un restaurant donde comimos mas comida típica. Ropa Vieja y Buñuelos o oreja de elefante o hojaldre como le llaman ellos.
Nuevo paseo por la Cinta Costera. Una vista hermosísima. Me hubiera quedado ahí días. Al otro día fuimos a Panamá viejo de compras. Y al día siguiente a otro lugar super hermoso “Taboga” Una isla a la cual se llega en una lancha o como le llamamos los argentinos catamarán. Es un lugar hermoso, se ve como las películas italianas. Lo primero que se ve es una montana llena de casitas hermosas que desembocan en la playa, todo rodeado de una vegetación increíble, flores de todo tipo y colores. El agua calentita y la arena suavecita y no hay olas, parece una piscina. Ahí pase toda la tarde otra vez en el agua.  



Nuevo día, nuevo paseo, esta vez en barco por el Canal. Fue una experiencia única estar en el canal, ver como se abren las compuertas y ser parte del proceso. Realmente me maravillo porque nunca en la vida había pensado en ir a Panamá y menos conocer el famoso Canal.
Últimos paseítos, fuimos hacia Colon, luego a ver al Cristo Negro rodeado por lugares antiguos, ruinas, y de ahí al Valle de la Luna, a donde broto agua y la virgen pidió una Iglesia.
Pues así termino mi recorrido por parte de Panamá, entre turismo, amistades, encuentros familiares, Misa, visita a lugares religiosos, comida y bailes típicos. Fue una experiencia maravillosa y llevo los recuerdos de lo bello que es Panamá y su gente en el corazón.
En este enlace se puede ver mucho sobre Panama.





lunes, 18 de mayo de 2020

Venezuela - Mis recuerdos


Yo por Nacer:

Ahí estoy en la pancita de mi mama 1952. En Caracas, mis papas recién casados y llegaditos de EE. UU. Se casaron en abril en Nueva York, y se fueron por barco a vivir a Caracas a donde nací exactamente a los 9 meses. La que esta al lado de mi mama es mi tía que nos vino a visitar desde Puerto Rico. (Mi mama es nacida en Puerto Rico y mi papa nacido en Nueva York)

Mi vida en Venezuela fue relativamente corta-14 años, pero de esos 14 años tengo muchos recuerdos de lugares bonitos que nos gustaba ir. A mi para le gustaba mucho salid de paseo, así todos los fines de semana íbamos a algún lugar.

Coney Island un parque de diversiones para ir unas cuantas veces al año. Para esa época ya tenía un hermano y una hermana. Nuestro juego favorito era la montaña rusa. Todavía recuerdo las mariposas que sentía en el estomago mientras el carrito subía por la vía y el corazón se me iba acelerando hasta que llegaba el momento culmen a donde me agarraba del barrote con todas mis fuerzas, porque sabía que llegando a la cima era inevitable la bajada a toda velocidad de una altura que para nosotros los pequeños nos parecía estar más allá de las nubes. Nos bajábamos del carrito con esa sensación de victoria de ver logrado algo sumamente peligroso. Éramos superhéroes.

Otro lugar fantástico para nosotros niños, y seguramente para los adultos lo era igual, el teleférico. Recordemos que Caracas es un valle rodeado de montañas, así que no solo la altura del teleférico era imponente sino también la vista. Si girabas a un lado podías ver la ciudad pequeñita con toda su grandeza y movimiento y girando al otro lado veías el océano con su vista majestuosa. Nos encantaba ver hacia abajo y nos daba la sensación de estar volando.  

Hay una colonia alemana, La colonia Tovar, a unos 60 km de Caracas a donde a mi papa le gustaba mucho ir. tardábamos un poco mas de una hora porque parábamos a ver lugares en el camino y sacar fotos. Cuando veíamos aparecer la colonia empezamos a saltar en el carro de alegría. Un lugar muy bello, típico alemán. Nos gustaba mucho comer ahí algo típico.


Cuando mi papa quería salir y no sabia adónde, agarraba el mapa, cerraba los ojos y a donde le caía el dedo ahí íbamos, así conocimos la bahía de Cata. Una playa preciosísima, y muy tranquila, no era muy conocida, así que lo pasábamos espectacular.  El camino hacia la bahía era montañoso, casi selvático diría, solo veías vegetación. No había casi construcciones en aquella época. Hablo de los años 62-65.

Toda la familia éramos fanáticos del mar, así que ese era nuestro lugar favorito y a donde íbamos muchísimas veces. Íbamos mucho a una playa que se llama Playa Grande cerca del aeropuerto. Para ir ahí teníamos que cruzar las montanas lo cual era un viaje bastante largo y de muchas curvas, a veces nos mareábamos en el carro. Pero por suerte ese viaje duro poco porque muy pronto terminaron el túnel Caracas a la Guaira, ósea que, en vez de ir por la montaña, pasabas por el túnel a través de la montaña. A nosotros nos encantaba el túnel, nos parecía algo fuera de este mundo, y lo más hermoso era, que, al salir del túnel, lo primero que se veía era el mar y además enseguida percibías el olor del mar. Cuando llegábamos lo primero que hacíamos era ir a un restaurant a comer algo y de ahí a la playa a donde pasábamos el resto del día.

Y el final de mi historia en Venezuela fue el 29 de julio del año 1967 cuando viajamos para EE. UU. a donde nos mudamos definitivamente. Esa noche a las 8pm. Estábamos en el Aeropuerto listos para embarcar cuando de pronto, comenzó a temblar la tierra, estallaron los ventanales del aeropuerto, se corto la luz, en fin, comenzaba el gran terremoto del año 1967. A nosotros nos subieron en un avión, a partimos a nuestra nueva vida en EE. UU. dejando atrás, recuerdos, cultura, idioma y esa noche dejábamos a mucha gente herida, o que perdieron la vida. Fue algo muy triste. Solo puedo estar eternamente agradecida a Dios por su cuidado y tratar de vivir una vida digna y valorar la vida en todos sus aspectos. 


Mis hermanos y yo disfrutando de nuestra niñez en Caracas, Venezuela.